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La opinión

El Confesionario

- Padrecito, apenas me vengo reportando con usted. Ayer no pude venir porque me fui al evento de inauguración de la pista de canotaje. Fíjese que hasta autobús nos mandaron y por primera vez me sentí “borrega” o acarreada.
- Hija, tú siempre has sido “borrega”. A poco crees que no me enteré que la semana pasada también te trepaste al autobús que iba a la inauguración de la autopista México-Tuxpan. Tú por una torta y un refresco vendes tu dignidad al mejor postor.
- Padre, no me regañe, mejor deje que le cuente que en el evento, Marianela Monroy hizo circo, maroma y teatro para hacerse notar y de paso quedar bien con el patrón. Se desvivía con las porras y hasta un pastel se sacó de la manga. Me recordó el programa de El Chavo del 8, donde hasta las risas eran grabadas.
- Otro que también no sabía qué hacer para llamar la atención era Jesús Ignacio Cárdenas, nuevo delegado de Política Regional, a quien se le presentó la oportunidad cuando lo mandaron a conseguir una pastilla “Halls”, porque al “jefe” se le estaba resecando la boca. Así como lo ven de gordito, se abrió paso entre la multitud, corrió como maratonista y en unos pocos segundos regresó con una pastilla en la mano. Eso se llama eficiencia y ganas de conservar la chamba.