La crisis financiera que enfrentan las empresas constructoras aún no toca fondo y cada vez es más latente el riesgo de cierre definitivo, pues sin chamba y sin dinero es difícil subsistir.
Así lo manifestó el dirigente de la CMIC, Marco Antonio Jiménez Gómez, quien señaló que muchos de los empresarios ya vendieron gran parte de sus activos para poder mantenerse.
Es común ver que las oficinas de las compañías están cerradas y sus equipos y maquinaria tienen anuncios donde se ofrecen en venta o renta.
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