ROCA DE ORO, YECUATLA, VER. – 365 días han pasado desde la tragedia. En la mirada de los pobladores de Roca de Oro aún hay dolor, aún hay miedo. Padres que perdieron a sus hijos, hijos que perdieron a sus padres, esposos que perdieron a sus esposas. El miedo sigue latente y se les nota en los ojos al recordar aquel 26 de agosto del año 2013.
A temprana hora de la tarde comenzó a llover. Para ellos era una lluvia normal, sabían que era provocada por la Tormenta Tropical Fernand. Cerca de sus viviendas un pequeño e inofensivo riachuelo, no representaba gran peligro. A temprana hora se acostaron a dormir. Nueve de ellos para no despertar jamás.
MÁS INF. EN LA EDICIÓN IMPRESA