MARTÍNEZ DE LA TORRE, VER.- Un mes ha pasado desde que Héctor, el pequeño que vivía atado a una cadena que aprisionaba su cuello, fue rescatado. Una soleada tarde de domingo un vecino llamó a las autoridades para denunciar que en el domicilio marcado con el número 119 de la cerrada San Carlos del fraccionamiento El Roble había un pequeño encerrado y atado del cuello con una cadena.
Al llegar las autoridades y los bomberos se toparon con un cuadro desgarrador. El niño lloraba y pedía que se fueran para evitarle problemas con su madre, que después se supo era una trabajadora social que laboraba en la clínica 28 del Instituto Mexicano del Seguro Social y que compartía su vivienda con otra mujer, una doctora de la misma institución. Angustiado, el menor amenazaba con suicidarse si no se iban.
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