Extenuantes jornadas de trabajo de hasta 99 horas a la semana, raquíticos ingresos de apenas mil 200 pesos semanales y la falta de equipo de protección para el desempeño de sus actividades, son algunas de las anomalías que enfrentan los trabajadores de la compañía SIGMA, que los somete a una despiadada explotación laboral.
En lo que se ha convertido en una cadena de acciones ilegales, tanto del patrón como de los obreros, estos últimos incurren en el robo “hormiga” de material y herramientas en áreas donde se construye el distribuidor vial, latrocinios que cometen después de burlar al personal de vigilancia, que carece de suficiente preparación, equipo y armamento para cumplir con eficiencia su cotidiana labor.
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