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Sao Paulo, Brasil.- Con un doblete de Neymar, y uno sobre el ocaso del duelo de Oscar, Brasil superó el autogol de Marcelo apenas a los 10 minutos, en la inauguración de la Copa del Mundo de futbol 2014.
La peor pesadilla del local llegó; Marcelo, de diestra, en su propia puerta, marcó el 0-1, helado soplo a la afición en la Arena Corinthians. El rival era mejor, el visitante se plantó con desdén, aguantó el embate de una canarinha con la adrenalina a tope, con su historia a cuestas, y con ese palmarés, apareció Neymar, el 10 de la esperanza.
Veintiocho minutos y, de zurda, raso, venció con tiro al meta Pletikosa, quien angustioso se lanzó para tratar de evitar lo que fue inevitable; 1-1 y el nervio, el fantasma de la derrota, se transformó en éxtasis. Cuarenta y cinco minutos de debut mundialista, primer tiempo que, a diferencia de la inauguración, no dejó nada qué desear.
Sin embargo, ese extra de la canarinha le pasó factura en el complemento; cadencia que no refutó Croacia. El equipo europeo ya no quiso el balón, se conformó y, al 68′, Fred cayó en el área rival, silbatazo que heló, esta vez, a los croatas. El japonés Yuichi Nishimura, el árbitro policía, pitó la pena máxima sobre el delantero, dudosa marcación que ahí quedará, pero eso no le importó a Neymar, quien convirtió su doblete, sin dudarlo, al 70′, el de la voltereta.
Para la cereza del pastel, Oscar, al 91′, de un punterazo, finiquitó la faena. La fiesta comenzó, el sabor del futbol apareció, la sazón de la duda del arbitraje apareció. ¡Bienvenidos a Brasil 2014!