Vecina de la colonia Insurgentes se llevó amargo sabor de boca al retornar a su domicilio y verla casi vacía, pues los amantes de lo ajeno entraron y casi se llevan hasta el perico, sin que hasta el momento haya pista de los desadaptados.
Sobre esos hechos, la señora Raquel Martínez Valencia, de 49 años de edad y quien radica en la calle Rafael Azuara número 316 de dicho sector de la ciudad, dio a conocer que el martes a eso de las ocho de la noche salió al municipio de Cerro Azul, a donde llevó a su hermana. Allá pasó la noche y ayer retornó tranquilamente para seguir con sus ocupaciones, pero al llegar a la puerta de su casa se dio cuenta de que una protección se encontraba violentada, por lo que de inmediato abrió pensando en lo peor.
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