CIUDAD DE MÉXICO.- Se alejó de los reflectores y se encerró en su casa de campaña cerca de diez horas, pero al final Ernesto Cordero reconoció su derrota ante Gustavo Madero en la búsqueda por la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) y puntualizó que no emprenderá ningún tipo de batalla legal para impugnar los resultados.
Su semblante fue muy diferente al del 24 de marzo pasado, cuando aseguró que según sus encuestas vencería a Madero por una diferencia de entre 12 y 30 puntos.
Acompañado por el exgobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien aspiraba a la Secretaría General del PAN, y por senadores como Javier Lozano y Roberto Gil, Cordero pidió que a partir de ahora se refleje la pluralidad en las decisiones que se tomen desde la nueva dirigencia y se pronunció además por la unidad partidista, pues, dijo, el PAN es mucho más que una competencia entre dos planillas.
“Hemos luchado teniendo todo en contra, los resultados que se han dado a conocer no nos favorecen. Tanto Oliva como un servidor sabemos que sólo la unidad nos dará la fuerza necesaria para enfrentar los próximos retos, no entraremos en una batalla legal porque lo que necesita nuestro partido es una batalla ética”, puntualizó Cordero.
En un breve mensaje de no más de tres minutos, ante decenas de simpatizantes y colaboradores, aseguró que a partir de ahora el PAN debe asumirse como una oposición firme y volver a su esencia humanista y ciudadana.
Además, hizo un llamado a que la pluralidad “manifestada en las urnas” se refleje es los espacios de dirección del partido que conducirá nuevamente Gustavo Madero, para que se sigan las rutas correctas, aseveró, tomando como base la unidad partidista.
“Casi la mitad de los panistas votaron por nuestra opción, no los dejaremos solos. A todos ellos les pido que mantengamos el ánimo, el espíritu de la lucha y que sigamos trabajando en nuestros estados y municipios para recuperar los principios que conformaron nuestra identidad”, sostuvo Cordero.
Luego de pronunciar su discurso, el senador con licencia regresó a su oficina en compañía de sus colaboradores y se negó a responder a los cuestionamientos de los reporteros, quienes esperaban saber si habría en las próximas horas un encuentro entre él y Gustavo Madero.
Por su parte, el senador panista Roberto Gil Zuarth rechazó la existencia de negociaciones entre el equipo de Cordero y el de Madero para evitar la presentación de impugnaciones.
“No hay negociación de ningún tipo hasta este momento. Nosotros seguiremos insistiendo en lo que motivó esta campaña: la unidad y el cambio. Hay un resultado electoral y ese resultado lo hemos reconocido, pero eso no significa que con esta decisión el partido cambie para bien”, sostuvo el legislador.
Respecto a alguna posible alianza en los corderistas y los afines al grupo de Gustavo Madero, Roberto Gil indicó que esto dependerá de la convocatoria que tenga el líder nacional del panismo.
“Ahora le corresponde a él (Gustavo Madero) la responsabilidad, la iniciativa de construir la inclusión de gobernabilidad del partido. No tenemos prevista ninguna reunión con él o con su equipo, no hemos recibido un ofrecimiento ni una petición formal”, detalló Gil Zuarth.
A su vez, el también senador Javier Lozano, deseó, vía Twitter, éxito a Madero y a su equipo en la conducción del partido.
A diferencia de los días de campaña, Cordero manejó un perfil discreto durante una de las jornadas de mayor importancia para el panismo. Gran parte del día se mantuvo encerrado en su oficina de la casa de campaña, ubicada en la colonia Del Valle, de la capital del país.
Salvo esporádicas ocasiones, durante diez horas quien fuera secretario de Hacienda y Crédito Público durante el sexenio de Felipe Calderón se mantuvo reunido con sus colaboradores más cercanos, con quienes monitoreaba el desarrollo del proceso electoral panista.
En ocasiones se informaban resultados de encuestas que favorecían a Cordero en algunas regiones del país.
Sin embargo, a pesar de los festejos de algunos integrantes del equipo de campaña y los constantes gritos de “¡Cordero, presidente!”, el resto se manejaba con cautela y evitaba dar por triunfador al aspirante a la dirección del PAN.